Archivo por días: 23 de febrero de 2015

Los Sepultureros. Por Tamara Sujú Roa @Tamara_Suju

Los Sepultureros

Por Tamara Sujú Roa

Mucho se ha hablado acerca de la TUMBA, cárcel ubicada a 5 sótanos por debajo de la tierra en el SEBIN de la Plaza Venezuela en Caracas, donde se encuentran detenidos 3 jóvenes en condiciones infrahumanas. También ha sido noticia el encierro en Leopoldo López y Daniel Ceballos en las celdas de castigo o «tigritos» de la cárcel militar de Ramo Verde, luego de que sus celdas fueran violentadas por un comando de uniformados encapuchados que luego de varios intentos, destrozaron los candados que ellos mantenían por dentro tratando justamente de evitar allanamientos violentos a sus celdas como ha ocurrido en otras oportunidades y acabaron con todo lo que consiguieron a su paso, que no era mucho, pues en un hueco que mide 2x 3 mts, sólo pueden guardarse fotos, algunos libros y objetos personales, pero que son de mucho valor para quienes permanecen en esas terribles condiciones.

De lo que poco se habla es de aquellos que dan la orden, de aquellos que conocen de lo injusto de estas situaciones y de quienes las ejecutan o permiten que sucedan sin que les tiemble el pulso o se les arrugue la frente, convirtiéndose esto en una cadena de actitudes de complicidad por acción u omisión. Y yo me voy a permitir llamarlos «sepultureros», porque son los enterradores de los derechos humanos hoy en Venezuela. Porque hay que ser bien insensibles e inhumanos para permitir por ejemplo, que 3 jóvenes permanezcan «enterrados» a por lo menos 20 metros por debajo de la superficie, sin sol, sin ventilación, recibiendo torturas físicas y psicológicas «suaves», que lentamente van haciendo estragos en sus cuerpos y mentes, y no inmutarse ante sus solicitudes a pesar de haber iniciado una huelga de hambre que al momento de escribir ésta columna, ya suma 14 días.

No se necesita ser experto para saber que de lejos, estas celdas no guardan ni una sola de las condiciones que establecen por ejemplo, las Reglas mínimas para el tratamiento de reclusos de la Organización de Naciones Unidas. Y tampoco hay que excusar a los responsables de que esto esté sucediendo. Desde la presidencia de la República para abajo, se conoce de esta situación. Según el Decreto N° 9.308 emitido en diciembre del 2012 por la Presidencia de la República, el SEBIN se adscribe a la Vicepresidencia de la República, es decir, está bajo la dirección de ese despacho, siendo un órgano desconcentrado, con capacidad de gestión presupuestaria, administrativa y financiera.

Por lo tanto, son sepultureros de estos muchachos y de cualquier persona que en lo delante sea llevado a ésta cárcel tanto los comisarios que se sientan a vigilar las cámaras que los filman durante las 24 horas del día, o quienes requisan a sus padres y abogados cuando acuden a la visita, así como también el mismo Vice Presidente de la República Jorge Arreaza, el Director del SEBIN Gustavo González y todos los que forman parte de la cadena de mando del SEBIN Plaza Venezuela hasta llegar al celador. Yo quiero creer que entre estos «hombres de negro» todavía hay quienes conservan valores humanos y tienen alguna sensibilidad y son capaces de indignarse ante la injusticia y la crueldad. Porque de aquellos que disfrutan de la situación de éstos jóvenes y por ejemplo no acuden a su llamado cuando tocan el timbre para que los saquen al baño, o les bajan aún más el aire acondicionado para castigarlos toda la noche, o intentan quitarle el único libro que tienen para leer, simplemente no hay mucho que decir, porque así como actúan ante actos crueles que no parecen graves pero que terminan siendo torturas blancas, pueden terminar como aquellos que le pusieron electricidad en todo el cuerpo a Carlos Ayala por ejemplo, o quienes colgaron a Gerardo Carrero por los brazos para luego caerle a golpes con un palo en las piernas.

En cuanto a los sepultureros de Leopoldo López y Daniel Ceballos, las esposas y abogados le han puesto el nombre y apellido al que encabeza las acciones: Cnel. Homero Miranda, director del Centro de Procesados Militares CENAPROMIL. ¿Pero a quien responde Homero Miranda? Según el organigrama del Ministerio de la Defensa, éste centro de reclusión militar responde a la Defensoría Pública Militar que ironía que a su vez está adscrita al Vice Ministerio de Servicios, Personal y Logística, que responde finalmente al Ministerio de la Defensa. Es decir, el Cnel. Miranda no está sólo en estas crueles y degradantes acciones contra estos venezolanos.

Si profundizamos un poco en el significado de aquella frase que pronunciara el actual Ministro de la Defensa, G/J Padrino López, cuando tildó de «Hermosísima» la resolución que permite el uso de armas mortales en las manifestaciones públicas, contraviniendo no sólo lo que manda la Constitución Nacional sino también todos los Convenios que en materia de DDHH ha firmado y ratificado Venezuela, pudiéramos comprender entonces como piensan algunos de estos oficiales que hoy detentan alguna jefatura, incluyendo una cárcel, y están al frente de la peligrosa y malvada actuación de un grupo comando que de forma cobarde, encapuchados para que nadie los identifique, entran a las celdas de dos venezolanos que además están injustamente encarcelados y que deberían estar libres según sendas resoluciones del Grupo de Trabajo sobre La Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, y a la fuerza, los someten entre muchos, a cada uno individualmente, para luego llevarlos como trofeo hasta las celdas de castigo, donde permanecerán sin luz, sin buena ventilación, sin espacio para estirarse e incomunicados por tres semanas sin ver a sus seres queridos.

Al momento de escribir este artículo, un comando de sepultureros armado del SEBIN allanaron (sin ninguna orden judicial) de forma violenta las oficinas del Alcalde Mayor Antonio Ledezma, y procedieron a secuestrarlo -porque cuando no hay orden de aprehensión se llama secuestro- sacándolo esposado entre la multitud a la que repelieron con tiros al aire. Su abogado informó que presuntamente había sido trasladado al SEBIN de la Plaza Venezuela, pero que ningún funcionario informaba al respecto, a pesar de que permanecieron toda la noche y la madrugada a las puertas de ese organismo policial.

Cuando pienso en esto que he escrito, lo hago no sólo con indignación, sino con profunda tristeza. Jamás imaginé la descomposición de los valores de estas personas que con alevosía y hasta con sadismo, maltratan a sus propios compatriotas, o lo permiten silenciosamente, convirtiéndose en cómplices. ¡Ninguno tiene excusa! Lo que sí quiero decirle al resto de mis compatriotas es que estos sepultureros son la excepción. Que aunque no entendamos de dónde sacaron tanto odio y resentimiento y sepamos que están por todo el país, no son la mayoría. Y es bueno que ellos sepan que la MAYORIA de los venezolanos rechaza sus acciones. Que el venezolano es gente buena, gente solidaria, que se levanta muy temprano a trabajar y que procura siempre un mejor futuro para sus hijos. No permitamos que la conducta de los sepultureros provoque reacciones que envilezcan a la gran mayoría de gente buena de este país.

@Tamara_Suju

REMISIÓN: rafaelrodriguez34

LA DUDA DE DUDAMEL. Por: Luis Marín.

LA DUDA DE DUDAMEL

Gustavo Dudamel es objeto de discusiones públicas cada cierto tiempo, con más o menos virulencia, lo que impone preguntar cuál pueda ser la razón de esta recurrencia y lo primero que salta a la vista es la incomodidad que causa en algunos de sus admiradores el hecho de que sea chavista.

La contrariedad es manifiesta entre quienes consideran al chavismo como algo horripilante, un sector que no deja de crecer incluso entre el público de la música clásica, para el que resulta inexplicable que alguien a quien tienen en tan alta estima pueda ser no sólo partidario sino propagandista de un régimen atroz.

El fenómeno no es nuevo, podría decirse que en todo tiempo y lugar ha sido así y que esto es lo que le da mayor interés: que un caso particular sea ilustrativo de una cuestión universal, tanto como para convertirse en ejemplo ilustrativo, casi una parábola moral.

Quizás la raíz de la cuestión se encuentre en el imperativo de coherencia que parece dirigir el pensamiento y la acción humana, lo que exige rechazar la contradicción como un imposible lógico, una prueba de falsedad; pero que se vuelve problemático en el terreno moral, en que las contradicciones no sólo son posibles sino acaso inevitables.

Un efecto colateral del imperativo de coherencia, que cae en el terreno de la psicología social, es la creencia arraigada de que quien es bueno en un aspecto debe serlo también en todos los aspectos de la vida, lo que a pesar de ser evidentemente falso, sin embargo, es una idea de notable persistencia, resistente al más crudo testimonio de la realidad.

Tan arraigado está este prejuicio que merecería formar parte del inconsciente colectivo, si tal cosa existe; pero lo cierto es que es explotado por la publicidad y la propaganda de la forma más irracional, por ejemplo, mostrándonos ídolos del deporte o la farándula con artículos que no tienen nada que ver con sus reales o supuestas habilidades, con el mensaje subyacente de que si ellos lo hacen debe ser también bueno para nosotros.

Y éste es el quid de la cuestión: de cómo ídolos del arte, el deporte o la ciencia, pueden convertirse en propagandistas de mensajes ponzoñosos, de cuánto daño pueden hacer en el público que cree en ellos y de cuál puede ser su responsabilidad personal por los perjuicios que causan en personas inadvertidas o en terceros, víctimas inocentes.

Los partidarios de Dudamel oscilan desde los que creen que en realidad no es chavista sino que se adapta a la situación para poder realizar su obra y que se comportaría igual cualquiera fuera el gobierno; hasta los que argumentan que aunque sea chavista debe ser considerado como un virtuoso, independientemente de su posición política.

He aquí otra vez la eterna cuestión del arte puro, de la estimación del artista en cuanto tal, libre de sus inclinaciones personales y de responsabilidad moral y política, la clara separación del hombre y su obra.

El problema es determinar si esto es realmente posible o sólo un truco argumentativo.

LA MÚSICA DEL TOTALITARISMO

Una vez más, la mayor proliferación de estudios y reflexiones sobre este conflicto nos la proporciona la experiencia del nacionalsocialismo, por un lado por la proverbial inclinación alemana a la especulación abstracta y, por el otro, la característica vocación polémica de los judíos, que han abordado el tema desde todas las aristas posibles, sin que hasta la fecha se haya llegado a una conclusión satisfactoria.

El modelo más remoto podría ser el mismo Richard Wagner, de cuyo nacionalismo y antisemitismo no existen dudas. Con este espíritu su viuda, Cósima Wagner, fundó el festival de Bayreuth, que fue la vitrina cultural del nacionalsocialismo bajo la dirección de su nuera, Winifred Wagner, desde 1931 a 1944, amante de Hitler, a quien siempre llamó “nuestro adorado Adolf”, hasta su muerte, en 1980.

El más próximo sería Valery Gergiev, director del teatro Mariinsky de San Petersburgo y de prestigiosas instituciones musicales occidentales, con mucho el director más laureado que cayó en la diatriba política por su incondicional apoyo a Vladimir Putin.

VG ha firmado comunicados poniéndose al lado de Putin en momentos álgidos como su postulación a la reelección como presidente de Rusia, el boicot a los juegos olímpicos de Sochi, el affaire de las Pussy Riot, la promulgación de leyes antigays, la recientemente controversia con la UE por la anexión de Crimea y la guerra de Ucrania.

Lo más interesante de VG es que con motivo de las protestas que ha recibido en sus giras por occidente se sintió obligado a publicar un intento de justificación que es un estupendo compendio de los argumentos eternamente esgrimidos en estos casos.

En resumen, personalmente él nunca ha discriminado a nadie; luego, él es un artista y como tal, está enfocado en su obra, que se expresa en el éxito del teatro Mariinsky y como director de la Orquesta Filarmónica de Londres, etcétera. En torno a Crimea, es un problema complejo que no puede resumirse en la palabra “anexión”. Curiosamente a un hombre tan culto y poderoso no se le ocurrió nada mejor sino decir que Mariinsky es el Bayreuth ruso, esto es, la vitrina cultural de Putin.

La lista de artistas controvertidos por la política podría hacerse interminable: Prokofiev, Shostakovich, Jachaturian, que sufrieron los vaivenes de las purgas estalinistas, pero al final, fieles servidores de la URSS. El pianista Sviatoslav Richter, gran propagandista del régimen soviético, recordado por las protestas de que fue objeto en USA y Europa. David Oistrakh, virtuoso del violín, profesor del conservatorio de Moscú, retrato vivo del perfecto ciudadano soviético, humilde y servil, quizás demasiado servil.

Frente a ellos aparecen personajes incómodos como la pianista María Yudina, recordada por un incidente que la vinculó indisolublemente con Stalin a quien conmovió su interpretación del concierto Nº 23 de Mozart, que escuchó por la radio. El tirano pidió la grabación al estudio y como la transmisión era en vivo, tuvieron que precipitarse a hacerla en el acto, trabajando hasta la madrugada para producir ese solo y único disco.

Stalin agradecido le envió un premio de veinte mil rublos a lo que ella le contestó con una carta suicida que decía más o menos así: “Le agradezco, Joseph Vissarionovich, por su ayuda. Voy a rezar por usted día y noche y pediré a Dios que perdone sus grandes pecados contra el pueblo y el país. El Señor es misericordioso y El le perdonará. Yo di el dinero a la iglesia a la que asisto”.

María Yudina era una judía conversa de manera que el dinero fue a dar a la Iglesia Ortodoxa Rusa. Contra todo pronóstico, Stalin no hizo nada contra ella y es fama que la grabación se encontró en su tocadiscos el día de su muerte, el 5 de marzo de 1953, probablemente, lo último que escuchó en esta vida.

Esto nos lleva a otra pianista problemática, Gabriela Montero, que ha compuesto una pieza a la que tituló “Expatria” y dondequiera que la interpreta da una explicación sobre la tragedia que atraviesa este expaís, lo que le ha causado grandes inconvenientes y conflictos con extremistas que nunca escuchan callados, por lo que es fácil predecir que su carrera será afectada no sólo en Venezuela sino en los escenarios internacionales.

Y con esto llegamos al punto: ¿Quién tiene razón? ¿Es lo mismo servir al totalitarismo que desafiarlo? ¿Pueden ser juzgados unos y otros con el mismo rasero?

A veces la grandeza de una actitud consiste en obligar a los demás a definirse.

MEFISTO

La fábula es simple: Un hombre vende su alma al Diablo a cambio de la satisfacción de deseos habituales: fama, dinero, mujeres (el poder no, que celosamente conserva el Diablo). La moraleja también es simple: se cambia algo esencial por vanidades.

Aunque todo parezca marchar pacíficamente, el Diablo siempre puede aparecer a cobrar su crédito: Valery Gergiev lo sabe vívidamente. Putin invirtió setecientos millones de dólares en plena crisis para reinaugurar el Teatro Mariinsky, del que lo nombró Zar; pero no hay ni un solo caso de conflicto con la opinión pública en que no haya recurrido a reclamarle apoyo para darse un baño de civilidad y éste ha cumplido diligentemente.

Dudamel también ha cumplido: apareció en la primera escena de apertura de TVES, luego del cierre y robo de instalaciones de RCTV, uno de los momentos más bajos por los que pasó la tiranía de Chávez, quien lo condecoró y nombró padrino de la “Misión Música”. Hizo la banda sonora de la película propagandística “Libertador”. Allí lo vemos compungido haciendo guardia al ataúd que supuestamente contendría los restos del tirano. ¿Gran escándalo con la niñera de Elías Jaua en Brasil? Aquí está la oportuna foto de Dudamel con la niñera. Y así, ad nauseam.

“El sistema” en Europa, EEUU y el resto del mundo, no es una cosa aterrorizante, como pretenden hacer ver algunos, sino el símbolo de un país armónico, un conjunto de jóvenes rescatados de la miseria a través de la magia de la música.

El dilema se impone de manera aplastante: o el régimen no es tan malo o Dudamel no puede ser tan bueno; la maldad de uno es incompatible con la bondad absoluta del otro.

Esto trae a la memoria el caso de un colega profesor de la UCV que desempeñaba un altísimo cargo y que en uno de esos momentos álgidos que puede ser cualquiera, como el asalto a Los Semerucos o la cadena de Chávez maldiciendo al Estado de Israel, estaba al teléfono con su hija, que ya había abandonado el país.

La muchacha preguntó: ¿Y ese es el régimen del que tu formas parte? Sí, respondió el amigo. ¿Y no te da vergüenza? Ese día fue que decidió renunciar al cargo, porque advirtió que podía perder el cariño o el respeto de su hija, o las tres. Y eso era algo que no estaba dispuesto a sacrificar, ni siquiera por la revolución, confesó tristemente.

Probablemente Dudamel no tenga familiares así, o están imbuidos por la magnificencia de su gloria que se convencieron que él no es bueno porque hace cosas buenas, sino que las cosas son buenas porque las hace él; pero llega el día en que su imagen no beneficia más al régimen, sino al contrario, el régimen daña su imagen.

La otra salida, que él es un artista puro y que no debe “politizarse” por ser una especie de patrimonio nacional, un factor de unidad en que todos los venezolanos podrían encontrarse, fuera de la polarización política, además de irreal tiene la desventaja de lo antirrevolucionaria que resulta.

Precisamente, lo que exigen los revolucionarios constantemente es el compromiso (social, político) de artistas e intelectuales. Para ellos no hay arte puro, ni artistas neutros, sino que se es revolucionario o contrarrevolucionario, no hay otra posibilidad.

Sería demasiado cómodo ser un artista comprometido con el proceso, con el régimen, con la revolución o personalmente con el caudillo, como se prefiera decir, y luego, a la hora de la verdad, salir que eso de que el arte es una cosa y la política otra, que se está con lo bueno, pero lo malo no les concierne.

Valery Gergiev lo ha dicho nítidamente: Él personalmente no discrimina a nadie, sirve a todos por igual, tiene miles de admiradores en todas partes muchos de los cuales son sus amigos, ciertamente también podría decir que no se ha anexado a Crimea o derribado un avión de pasajeros con un misil a diez mil metros de altura; el problema es que el régimen de Putin sí lo hace y él lo apoya con idéntica nitidez.

Dudamel no dice nada, deja que sus actos hablen por sí mismos. Al fin y al cabo, si la situación se pone muy incómoda, cualquier orquesta lo recibiría encantada, desde Los Ángeles pasando por Gotemburgo hasta Tel Aviv.

Como muestra el caso de Herbert Von Karajan, que tocaría las mañanitas en el cumpleaños del Führer, occidente suele ser muy indulgente con el talento.

Luis Marín

22-02-15

REMISIÓN:
De: Luis Marin <lumarinre>
Fecha: 22 de febrero de 2015, 23:44
Asunto: LA DUDA DE DUDAMEL

EL PLAN FATÍDICO COMUNISTA. Por: Ernesto García Mac Gregor. Verdades dolorosas.

Verdades Dolorosas.

EL PLAN FATÍDICO COMUNISTA
Ernesto García Mac Gregor

Todo comenzó en 1990 cuando los paísesosas comunistas, ante el fracaso evidente de esa retardataria teoría social, pusieron fin a su sueño socialista para volver al triunfante capitalismo. 80 años duró ese embarque que afectó a media humanidad. Fue entonces cuando el porfiado de Fidel, junto con Lula, la Farc, el Eln, el Frente Sandinista, y otros resentidos, fundaron el Foro de Sao Paulo, cuya finalidad fue y sigue siendo, redimir a la humanidad “cobardemente abandonada por Moscú” y renacer el marxismo en el ámbito mundial y latinoamericano.

El eje comunista actual está formado por Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Ecuador; todos financiados por los petrodólares venezolanos y apoyados por Brasil, Uruguay y la depravada Argentina. Los antagonistas son México, Perú, Chile y Colombia. Esta última rodeada de naciones enemigas y con el cáncer de la guerrilla. En los momentos representa el verdadero obstáculo a la expansión comunista en América del Sur.

Ya no se estilan revueltas pasionales que engatusen, o nuevos compendios de vacías estupideces que calarse, ni sangrientas boberías como aquella de ir a liberar hermanos oprimidos en Angola o en las montañas de Bolivia, o morir por ideales. Ahora la técnica es otra como lo explicó Jorge Giordani en Cuba al general Guacaipuro Lameda: “a los pobres hay que mantenerlos pobres porque son el piso político de la revolución. Si acabamos con la pobreza, pasan a clase media y serán el enemigo a combatir. Y esa transformación toma al menos 30 años; los adultos se resisten y se aferran al pasado, los jóvenes la viven y se acostumbran, y los niños la aprenden y la hacen suya”.

Esa explicación trajo un acalorado altercado entre Giordani y Lameda por aquello de hambrear al pueblo por una finalidad política. Fidel intervino y aclaró que para mantener a Cuba por ejemplo, se necesitaban solamente unos 4.000 millones de dólares al año. “Más de eso estorba, la gente empieza a vivir bien y se acaba el discurso de la pobreza”.

De allí el esfuerzo premeditado de los chavistas por arruinar al país. Lo peor del caso es que cada vez logran más apoyo. Que oiga quien tiene oídos…

REMISIÓN:
De: Ernesto Garcia <garciamacgregor>
Asunto: El plan fatídico comunista

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